
Uso de la lombarda
En la cocina se emplea a menudo cocida con patatas, es un plato típico navideño en Madrid. Era costumbre cocinarla para la Cena de Nochebuena, justo unas horas antes de asistir a la misa del Gallo. Esta cena solía consistir en pescado asado (preferentemente besugo) en una cazuela de barro y lombarda a la madrileña (cocinada con cebolla, aceite, manzana reineta, tocino entreverado, azúcar, sal y pimienta) acompañada con un vino tinto seco seguido de un postre de frutas tales como: naranjas, quizá alguna manzana o pera además de unos frutos secos tales como: nueces, bellotas, piñones, castañas y finalizando con una caliente sopa de almendras.
En las cocinas alemana y sueca se suele encontrar cocida junto con compota de manzana y algo de vinagre con sabor suave. Puede verse igualmente en ensaladas así como en la elaboración de la salsa denominada Coleslaw. A veces se suele emplear como indicador del pH natural.
Composición química de la lombarda
Agua 91%
Hidratos de carbono 5% (fibra 1%)
Proteínas 2, 6%
Lípidos 0,2%
Potasio 210 mg/100 g
Sodio 28 mg/100 g
Fósforo 23 mg/100 g
Calcio 42 mg/100 g
Hierro 5 mg/100 g
Vitamina C 46 mg/100 g
Vitamina A 6 mg/100 g
Beneficios de la lombarda
Baja en calorías. Rica en compuestos de azufre, vitamina C y ácido cítrico. Aporta mucha fibra lo que le confiere propiedades laxantes. Fuente importante de antioxidantes.
Conservación de la lombarda
Su conservación en el cajón de las verduras del frigorífico y envueltas en una bolsa de plástico perforado es el modo más adecuado para mantenerse en perfecto estado en el hogar durante 2-3 semanas.
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