
Es una variedad muy sabrosa por su dulzura, cuyo peso varía entre 15 y 20 grs. cada uno.
Tienen una excelente firmeza post cosecha.
El tomate cherry PERITA, se presenta como fruto de gran calidad gustativa. Su forma alargada tiene un calibre de 37x25 mm, un peso aproximado de 10 a 15 grs. cada uno y el característico color rojo.
El tomate CÓCKTAIL se define por su delicado tamaño (10 a 15 grs. cada uno) y su excelente calidad gustativa, lo que los hace ideales para picar en las pausas, como aperitivo, como crujiente bocado o en ensaladas. A los niños les encanta por ser muy jugoso y refrescante, además de lo dulce y crujiente de este fruto y su atractivo color rojo. Tiene muy buena conservación luego de cosechado.
El tomate cherry AMARILLO es el tomate original de América que se tornó rojo después de siglos de selección tras ser llevado a Europa. Su pequeño tamaño (de 15 a 20 grs. cada uno), su sabor muy dulce y equilibrado, y su original color amarillo, lo convierten en una excelente opción a la hora de preparar vistosas combinaciones gourmet.
Un poco de historia
En México, país de origen del tomate de donde el señor Hernán Cortés lo importó por primera vez al viejo continente hace casi cinco siglos, existen aun diversas clases con sabores completamente diferentes.
También los hay blancos, e incluso violáceos, y por supuesto con diversas formas mas o menos orondas, alargadas como los de forma de pera, y los lobulados o acostillados.
Curiosamente los primeros tomates que se consumieron en Europa eran amarillos, de ahí que los italianos les llamen "Pomodoro", es decir manzana de oro, ya que fue esta especie la primera en implantarse en aquel país.
El tomate -de origen mexicano o peruano- llegó a Europa a comienzos del siglo XVI de la mano de los conquistadores españoles, pero tuvieron que pasar casi dos siglos para que se asentara de forma definitiva en las costumbres alimenticias. Hoy es protagonista indiscutible de la cocina española y de las de todo el mundo.
El nombre de tomate deriva de la palabra tomatl del nahuatl, idioma de los antiguos mexicanos. Datos históricos indican que fue traído por Hernán Cortés en 1523, poco después de la conquista de México. Curiosamente, los mexicanos llaman todavía al tomate rojo jitomate, término procedente del azteca xietlitomatl.
Considerado un alimento noble, se le han atribuido durante siglos virtudes afrodisíacas en el Viejo Continente, donde lo denominan pomum amons (manzana del amor). En México y Perú es símbolo de buen augurio y no puede faltar en ningún banquete nupcial.
El tomate entró en Europa por Galicia aunque su extensión se produjo en Italia, a través de las cocinas de Nápoles y Génova, así como de la francesa de Niza. Los italianos lo llamaron poma d’oro y los franceses, pomme d’amour.
Al pertenecer a la familia de las solanáceas, como la patata, y por su parecido a los frutos tóxicos de la belladona, el tomate tardó mucho tiempo en imponerse en la cocina. Su supuesta toxicidad llevó a los botánicos a asignarle el nombre latino de lycopersicum -el pescado del lobo-, lo que motivó que su primera utilización fuese ornamental.
Esta leyenda de planta tóxica también se extendió por Norteamérica, donde se describió la cardiopatía tomatiana como una consecuencia de su ingestión; un cuadro caracterizado por una angustia que recordaba a la angina de pecho, cuando hoy se sabe que es una de las verduras más suaves y saludables que existen.
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